En la peores situaciones que me he encontrado a lo largo de mi vida he aprendido algo de gran valor, y eso es que al final del día cuando todo parece desmoronarse encima mío lo único con lo que realmente cuento es la música, nunca he sido una persona muy sociable, ni mucho menos talentoso o gracioso, mi personalidad puede ser descrita mas como de un solitario y soñador, pues mucho del día sucede tras mi propia imaginación y no en la realidad de la gran mayoría, si a todo esto se le suma el hecho de que jamás me he sentido identificado con los gustos de casi todas las personas a las que conozco, pues hace un poco solitario mi día a día, y esta soledad no es física, es sentimental, intelectual, emocional; no hay nada peor que estar rodeado de un montón de gente con la que sabes que no vas a poder comunicarte, que a casi cualquier comentario vas a contestar con un "sí", "ajá", "¿en serio?", y todo ello con la misma pasión e interés con que te cepillas los dientes por la mañana; vivir de esta manera puede ser todo un reto, uno bien difícil, pues con el paso del tiempo te aburres, al conocer uno o dos hábitos de la gente llegas a predecir sus acciones, pareciera a veces que puedo leerlos como si de un libro abierto se tratase (inclusive llegan a enfadarse, pero no es mi culpa que tengan una personalidad tan plana), y es entonces que sucede, llega ese gran adversario de toda mi vida, aquél que me ha costado trabajos, relaciones y hasta familia, el aburrimiento; ¿y como es que puedo combatir con este?, la respuesta es sencilla, con música, con buenos ritmos y cadenciosos sonidos que pueden llevarme más allá de lo que pasa a mi alrededor, y no solo a mí si no a cualquiera que los escuche, y de eso es de lo que vamos a hablar el día de hoy, del estilo que es capaz de llevarnos a la estratosfera y la luna, de ida y vuelta: el Trance.
Corría el año 2000 y un adolescente imberbe a punto de salir de la secundaria (en la época contaba con 15 años), buscaba como al igual que cualquiera de esa edad una identidad, pronto ese chico se dio cuenta de que entre sus compañeros no la iba a encontrar; para ese entonces lo que sonaba en las fiestas eran los ya de por si quemados sencillos de Los Héroes del silencio, Caifanes, un montón de música pop cuyos grupos se los tragó el tiempo y que con suerte alguna persona recordará, de vez en cuando no faltaban los que tenían todos los discos de Metallica o inclusive algún tipo con los de The Doors, sin olvidad el Ska (que tal como lo recuerdo llego y se fue con la misma rapidez) y otros ritmos que más bien califique entonces y ahora como simples cacofonías sin sentido; cansado de tratar de separar la paja del grano este chico terminó decepcionado de no poder hallar su nicho musical, hasta una tarde de verano, a casi una semana de salir de la escuela para entrar en la preparatoria, en una reunión de compañeros de generación, en la que todos sabían con seguridad sería una de las últimas veces en las que se veían las caras, el joven en cuestión escucho un término que no se parecía a nada: "punchis-punchis" (sí, sonaba a rito de apareamiento más que género músical), intrigado al otro día se dirigió al centro músical y social de la Ciudad de México en ese entonces, la ya casi mítica Glorieta de los Insurgentes, en la calle de Génova se encontraba, y aún ahora una tienda de discos en la que pasó con algo de timidez a preguntar a uno de los encargados: ¿Donde están los los discos de "punchis-pinchis"?, el encargado con una sonrisa por demás socarrona miró al chico y después de tragar saliva muy seguramente para no carcajearse le dijo las palabras que le cambiarían la vida: "Tú lo que buscas es la música electrónica", sí, esa era la respuesta, un género que siempre estuvo ahí, aunque yo no lo notara, pronto comenzaría una etapa de reconocimiento, pues la música electrónica no es solo una, hay muchos tipos, dance, eurodance, psicho, tribal, chill-out, minimal, cicuit, rave, y los favoritos personales, house y por suepuesto, el Trance. Para no hacer la historia más larga solo he de decir que fue una canción la que transformo la vida del chico, esta, incluso el video se podría considerar una analogía del viaje iniciatorio hacia la profundidad de este genero, caminando en la bastedad de la nada, surfeando y luchando sobre las olas de basura musical, hasta alcanzar la ola que hace latir el corazón mas fuerte, igual de intenso que la primera vez que se experimenta un rave.
Historias locas aparte, a mi parecer el mejor trance es ese que va entre 1999 y 2004, puro oro de 24K, y por eso he aqui una buena, muy buena compilación.
Tranceworld collection
Vol 1
Vol 3
Vol 4
Vol 5 disc 2
Vol 6 disc 2
Vol 7 disc 2
Vol 8
Vol 9
Vol 10
A state of trance
Asot 2004
Asot 2004 yearmix
Asot 2005
Asot 2010
Word of trance Vol 1
A descargar que el no hay cover y disculpen si algunos no se encuentran, pero ya iré actualizando.
